¡Qué tiempos vivimos!
las nuevas generaciones cada vez más influenciadas por lo que sucede en otros lugares va olvidando poco a poco las tradiciones locales, las raíces tabasqueñas.
No es un fenómeno exclusivo de Tabasco, sucede en todas partes: la búsqueda de pertenencia, la imitación de patrones de conducta "nuevos"o "distintos", la globalización, el factor de conectividad que ofrece internet. Aspectos que no deberían ser negativos, están matando nuestra cultura autóctona y nuestra identidad choca.
Primero cambiamos los huaraches y el traje de manta por tenis converse y pantalones de mezclilla. Luego dejamos de ir a los conciertos de tamborileros para asistir a "reivs" de diyeis.
Las generaciones de ahora no saben nada de "Corriendo y Volando", "Chocolate", "el mago chongtall", el payaso Ovel. Pero cómo saben de Finias y fer, pineas y per o Phineas y Ferb.
Ya nadie invita a su chamacona a caminar a plaza de armas bebiendo pozol, ahora todos van a altabrisa a tomarse su café
estarbots.
Pero lo que ya ha rebasado el límite es la nueva tendencia:
el sismo o temblor. Una práctica ajena a nuestra cultura que
de un tiempo para acá se ha puesto de moda y que atenta con desplazar de las preferencias de las nuevas generaciones los desastres tabasqueños locales, en especial la inundeishon.
Al parecer, en un intento más por parecernos a los chilangos o a los gringos de L.A. los jóvenes han adoptado la cultura del movimiento telúrico y comienzan a olvidar los fenómenos naturales de la región.
¿Dónde quedó la costumbre de preocuparse cuando llueve? ¿la bonita tradición de levantar una media bardita en el frente de la casa, para prevenir que se meta a la casa el agua de la creciente? ¿Qué fue de los prácticos tapancos? ¿Por qué hemos cambiado los costales por los simulacros de terremoto? ¿Por qué hemos dejado de ver los niveles de las presas para andar viendo el sismológico? ¿Por qué permitimos que nuestros jóvenes cambiaran a Gilberto Segovia por el tal Richter? ¿Qué sigue? ¿Que comencemos a decir "okei" en vez de "ta bueno pue"? ¿Que cambiemos las iguanas por koalas? ¿Que al rato también abramos las puertas a tornados, tsunamis, las heladas y a los dragones marinos?
NO SI PODEMOS EVITARLO.
Exigimo al señó gobernadó que no permita que se pierda la tradicione tabasqueña propias de nuestro pueblo. Sabemo que es un hombre de palabra, comprometido con la gente que lo llevó al podé y contamos con que hará todo lo posible para erradicar esta nueva moda que invade y amenaza nuestras tradiciones regionales.
fina estampa de un tabasco que estamos perdiendo... no lo permitas!
Los terremotos
no son tabasqueños, las inundaciones sí. No permitamos que se sigan insertando en nuestra cultura prácticas extrañas que desplazan nuestras raíces y las bonitas costumbres chocas.
¡¡¡SEÑÓ GOBERNADÓ, AGA HALGO!!!!!
