Todo arrancó con la renuncia de Jesús González, quien deja las filas de la izquierda para unirse al PRI en busca del beneficio mayor para Tabasco.
En el PRI, se le dió la bienvenida con bombo y platillo, con una comitiva encabezada por el mismísimo Pancho Herrera (el que casi fue gobernador) y los mas picudos del PRI estatal, en una ceremonia digna de cualquier conversión de aquellos que abandonan los malos pasos.
Los dirigentes priístas ven con optimismo la desbandadita y esperan que sea apenas el inicio de un éxodo de por lo menos el 80% de la planilla perredista (entre 30 y 4000 militantes), para quienes el partido abrirá sus puertas y recibirá con la misma solemnidad con la que recibieron a Jesús González.
Elementos de logística preveen tener que hacer ceremonias masivas de conversión en alguna de las naves del parque Tabasco para poder darse abasto. Francisco Herrera por su parte ha cancelado todos sus compromisos para las siguientes semanas y se dijo preparado para recibir a cada uno de los nuevos priístas.
De igual manera, Jesús
Intentamos buscar la reacción y respuesta del PRD pero sus elementos se encontraban desconsolados por la partida de Chucho González y fueron incapaces de emitir opinión alguna mientras se revolcaban en el suelo de llanto... o risa... es muy difícil determinarlo.
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