¿Y esto qué?

Desde 2007 el Gobierno del Estado, en colaboración con el Gobierno Federal, se ha dado a la tarea de preservar la tradición de darnos un húmedo segundo semestre del año. Las inundaciones.

En aquel 2007, como si de una inauguración se tratara, no se escatimó en agua, inundados y ocurrencias -oh, aquellas tardes de despensa en la Quinta Grijalva-.

Al año siguiente algunas demarcaciones  de nuestros vecinos estados copiaron el modelo, aunque con menor éxito.

Ahora, en esta su cuarta edición, se suman las anegaciones de siempre a los festejos del Bicentenario que se llevan a cabo en todo el país. Por eso promete ser mas divertida que nunca y no podíamos perdernos de registrar los eventos de esta nueva temporada de lluvias, ciclones, crecidas, costalería y movimientos en las presas; "en una de estas paginas de blogs que usan los chavos para comunciarse en las internets".

Habrá quien nos critique. Habrá quienes no hallen correcto que nos divirtamos con esta "tragedia". Serán seguro los mismos que acostumbran a pedir "unidad". Seguro volverán a pedirla y a quienes no hagamos mucho caso del llamado, nos descalificarán. No importa.
Sentimos que es correcto hacer esto, pues si se quisiera de verdad evitarlo, se habría trabajado en hacerlo.

Cuatro años desde la primer inundación de este ciclo, 11 desde aquella de 1999, quién sabe cuántos más desde que se comenzaron a detectar fallas y a pronosticar que en "un futuro" nos veríamos en serios problemas.

Tiempo ha habido. Si no se ha hecho nada, quiero pensar que es porque de verdad es un chiste y vamos a disfrutarlo.

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