Trasciende en un país como el nuestro que las autoridades así como así anuncien que de buenas a primeras un día cualquiera como el día de hoy, muere el Chayo. Así, el gobierno de Felipe Calderón pone fin a la vieja práctica de sobornar a los periodistas para obtener notas favorables. A nivel nacional, muchos esperan en la noche la cara de López Dóriga o Loret de Mola cuando lean la noticia -que seguro no les agradará mucho- será cosa de esperar a que inicien sus respectivos noticiarios.
En nuestro Tabasco inundeishonland también han habido ecos de la medida. Hasta el momento, se reporta que un 85% de los periodistas que laboran en la entidad han quedado desempleados. Los testimonios son desgarradores, la mayoría de ellos versan al rededor del argumento de que "qué sentido tiene la reporteada si ya no hay chayo" o el simple y sencillo "¿y de qué voy a vivir?" Por su parte, los analistas financieros esperan que con el ahorro que representa la supresión del chayo, la administración granierista pueda fácilmente volver a contratar a los afectados por la reingeniería, tenga chance de hacer una que otra obra y hasta le va a sobrar.
De parte de la redacción de este blog, no queda mas que aplaudir lo que creemos es la primer buena obra de la administración de Felipe Calderón. Hay que reconocerlo.
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